Algunos medios de comunicacion pueden ser catalogados como manipuladores, mentirosos, exagerados, y otras mil clases de adjetivos que la izquierda irracional emplea muy bien. Sin embargo, al menos ayer, la forma en la que un noticiero dispuso la presentación de las noticias me puso a pensar en algo que me fastidió desde el mismo instante en que empezé a analizarlo.
Se trataba de una ex parlamentaria condenada a tres años de prisión domiciliaria por haber vendido su voto a favor de la reeleccion del Presidente Uribe; su expediente incluía confesiones que mencionaban compra de notarías, pagos burocráticos y hasta el ridículo favor, hecho por el gobierno, de conseguirle un cargo a su tío.
Más ridiculo que eso, sin embargo, me pareció la noticia que sucedió a la de la condena de la congresista; algún pobre conductor de bus de Bogotá, de esos que nos fastidian a todos, se enfrentaba a una pena de entre 4 y 7 años de prisión por haberle ofrecido 20 mil pesos a un policía de tránsito para que no lo multara por una infracción (un semaforo en rojo? un pare no observado?). Pensé, en ese momento, que lo que parecía una ejemplar sanción de cultura ciudadana contrastaba fuertemente con la sanción penal hacia una política que había afectado las vidas de los asociados al estado más de lo que un intento de soborno podía hacerlo.
El ejemplo del sistema penal era algo así como " Respeten las leyes y a las autoridades...excepto si hacen política, en ese caso todo se puede negociar".
Ahora está de moda pedir prisión perpetua para los violadores; y muchas personalidades públicas aparecen en televisión haciendo campaña por esta noble causa. Y yo me pregunto si la violación ha sido un delito que marque tanto a nuestra sociedad como el secuestro y el homicidio. Porque nadie nunca ha reaccionado pidiendo pena de muerte o cadena perpetua contra los que cometen esos crimenes? contra los paramilitares o los guerrilleros? contra los que desfalcan al estado y dejan sin salud a millones de personas?
Lo que se enseña es que si la magnitud de su crimen es tan grande como para poner en peligro a las instituciones entonces usted puede poner al sistema penal a trabajar por usted. Pero si usted es un tonto ciudadano que va por la calle y quiere ofrecerle un soborno a cualquier aparecido entonces el peso del estado caerá sobre usted; en otras palabras: si va a delinquir hagalo en grande y asegurese de tener poder, de otra forma, sufra las consecuencias de la pedagogía de la cultura ciudadana.