sábado, 25 de abril de 2009

Ensayo sobre la Mentira



Una mentira es la puerta a un mundo paralelo; hay quienes mienten para ocultar hechos reales, otros tratan de hacer reales historias ficiticias, algunos simplemente juegan con circunstancias totalmente ciertas que entrelazan y trasponen de tal forma que unidas conforman una gran mentira

Existen las grandes mentiras que se justifican en si mismas; están hechas para ocultar, para proteger, para no hacer daño. A esa categoría pertenecen las mentiras piadosas, pero también las que guardan al resto del mundo de hechos terribles, vergonzosos y tristes. En esas circunstancias la mentira se vuelve una virtud santificada, como si fuese un don divino.






Pero también están las aborrecibles mentiras estúpidas, las que no tienen sentido y cuya razón de ser nadie, salvo quien las crea, puede entender. Esas mentiras parecen ser solo una razón de más para complicar la vida; su objetivo y resultado es bastante mediocre.


Una mentira es un insulto, casi un crimen. No me gusta oir mentiras; no me gusta repetirlas. Si por alguna razón lo hago, en seguida me siento incómodo dentro de mi cuerpo y mi mente empieza a entrar a ese mundo paralelo en el que nada existe pero en el que todos viven.


Y es quizá eso lo que más me perturba sobre este tema, que mientras más intento atarme a la simple realidad de las cosas, mayor es la cantidad de palabras falsas y vacías que llegan a mis oídos. Por eso ahora dudo de todos, porque en el mundo alrededor mío, tal como en la declaración de impuestos de Homero Simpson, cada palabra hace parte de una misma maraña de mentiras.